Cuando el alumnado empieza a reflexionar y a hacerse preguntas sobre lo que ocurre a su alrededor es signo de que no vamos mal encaminados, de que sus mentes se han puesto en funcionamiento y no aceptan los conocimientos sin más. En mi clase ya es muy normal escuchar preguntas como ¿Para qué vamos a hacer esto seño? ¿Esto para que sirve maestra? ¿Por qué pasa eso seño? Y no es casualidad que pregunten todo esto, pues su maestra entiende la enseñanza como un proceso en el que los conflictos cognitivos provocan la construcción de sus aprendizajes. Sin conflicto cognitivo no hay aprendizaje... Por eso yo aprovecho continuamente las situaciones cotidianas que surgen en nuestra clase para provocar esos conflictos que van a poner sus mentes en funcionamiento y van a permitir que construyan su propio aprendizaje ("dime y olvido, involúcrame y aprendo").
Por eso, en la asamblea del otro día, surgió una reflexión muy interesante. Habíamos conocido la altura del Cristo Corcovado de Brasil, que mide 38 metros, pues Elena nos lo había contado en su exposición sobre dicho monumento y entonces alguien nos explicó que el glaciar Perito Moreno de Argentina medía 60 metros. En ese momento surgió la pregunta: ¿Seño, entonces el glaciar es más grande que el tiranosaurio rex, no?(no se les olvida lo que media ese dinosaurio que estudiamos el curso pasado) Y como casi siempre, su seño "no tiene ni idea". No había duda, cogieron el metro que tenemos en la clase y dijeron que 60 metros era mucho más que solo 6, que media el tiranosaurio rex. Pero se escuchó otro pregunta ¿ y quién es más alto, el Cristo Corcovado o el glaciar? La cuestión ya no era tan fácil, 38 y 60 son cantidades que ellos no controlan, pero querían saber, porque había diferencia de opiniones. Entonces escribimos los dos numeros, el 60 y el 38, uno debajo del otro, y pensamos ¿qué número es más grande el 6 ó el 3? ¿Entonces qué número será mayor el que empieza por el 6 o por el 3? Ahí no había duda, el glaciar era más alto. Al final, a petición suya, tuve que escribirlo en la pizarra para que nadie tuviera duda del tamaño de cada cosa. También hicimos una ficha para que todo el mundo lo tuviera escrito, porque también me repiten muchas veces "Seño, vamos a escribirlo que lo que no se escribe se olvida", no sé de quien habrán escuchado esas palabras, jeje.
QUÉ BUENO, me encantan cuando se ponen a resolver los conflictos, La lógica de los niños es mejor que la nuestra, jeje. Buena entrada Nati
ResponderEliminar¡Qué buenísima forma de trabajar, Nati! Me ha encantado. Un beso y muy buen finde.
ResponderEliminarMe acuerdo yo y solo lo lei, como para olvidarse ellos de lo que mide el dinosaurio.Me encanta tu forma de trabajar. Un beso Nati
ResponderEliminar