Por fín llegó el tan deseado día de la fiesta del otoño. Ha sido un largo camino el recorrido hasta alcanzarlo, muchos escalones que subir en la escalera de planificación de nuestra tarea. Pero lo hemos conseguido. Finalmente gracias a la colaboración de las familias, hemos subido los últimos peldaños: comprar en el supermercado, cocinar y comer. Ha sido muy gratificante ver como el alumnado entendía que la receta era un texto funcional necesario para poder cocinar el plato de la manera adecuada. Además, las familias nos han ayudado muchísimo, entendiendo perfectamente su papel de guías en el proceso, dejando hacer a los niños y niñas. Aquí tenéis ilustrado todo lo vivido en los últimos días de nuestro proyecto. Ahora sólo nos queda el otro producto final definido: elaborar nuestro propio recetario. Pero eso será después.
Si te dan un papel pautado, escribe por detrás Juan Ramón Jiménez).
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