Las mandalas son un recurso con grandes beneficios para nuestro alumnado de infantil.
- Fomentan la atención y la concentración
- Promueven el bienestar interior del niño, al centrarse en una actividad placenter
- Favorecen su creatividad e imaginación.
- Reducen el estrés y la ansiedad
- Ayudan a desarrollar la lógica así como la paciencia, el tesón, la perseverancia y la constancia.
- Permiten que trabajemos conceptos geométricos: círculos, triángulos, cuadrados, estrellas, …
- Posibilitan que introduzcamos nuevo vocabulario, de colores, formas, tamaños o emociones
- Propician el aumento de la autoestima, al permitir que el niño cree algo propio y único.
- Estimulan su sentido estético.
Por ello, aprovechando las frutas y frutos del otoño que habían llegado a clase gracias a las familias estuvimos realizando en gran grupo nuestra primera mandala en clase. En este caso no la hemos pintado, si no que la hemos creado entre todos. El resultado ha sido genial, tanto que el alumnado ha creado después sus propias mandalas de forma autónoma en el rincón de las construcciones.
Aquí podéis ver un pequeño resumen de la actividad.
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