A leer se aprende leyendo, siempre dentro de una situación real que se da dentro de nuestra aula. Ante esas situaciones de necesidad, nos ponemos manos a la obra y.. ¡a leer!
Así es como ocurre: llega una mañana a clase una nueva remesa de dinosaurios de plástico, esta vez de la mano de Francis y nos llevamos una gran sorpresa cuando nos los enseña porque tenemos por fin uno de los dinosaurios que nadaban, un reptil marino.
Pero... ¿cómo se llama?. No tenemos ni idea, sin embargo tenemos claro que podemos buscarlo en los libros de dinosaurios que tenemos en clase. Entonces nos ponemos manos a la obra. El alumnado tiene 3 años, todavía no saben decodificar letras, pero si saben leer, porque leer es mucho más, leer es comprender. Saben leer las imágenes e interepretarlas, saben leer a su manera. Esto es una primera fase. Cuando por fín alguien encuentra una imágen de un dinosaurio similar al que tenemos en clase, buscamos su nombre en el libro y lo leemos entre todos: vemos por qué letra empieza, si es largo o corto, por cual termina, intentamos saber "cómo suenan" todas esas letras juntas. Y al final lo conseguimos: se llama ELASMOSAURUS.
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