JUEGO DE LAS HUCHAS

Cuando trabajamos con una metodología basada en proyectos de investigación, no en todos ellos podemos trabajar los diferentes bloques matemáticos (lógica, numero y numeración, geometría, relaciones espaciales, magnitudes) con funcionalidad y sentido, porque no tienen cabida. Por eso organizamos la clase en diferentes rincones de trabajo, para asegurarnos que no nos dejamos nada sin trabajar. En nuestro rincón de las matemáticas, ofrecemos variedad de juegos que responden a los diferentes aspectos matemáticos, y que no tienen nada que ver con la investigación que estamos llevando a cabo en ese momento en el aula. 

Con la lectoescritura ocurre algo similar, no todos los proyectos te permiten trabajar todos los textos de uso social (biografías, cartas, listas, recetas, instrucciones, invitaciones, carteles, entradas,...), por eso en el rincón de la biblioteca intentamos ofrecer todos ellos y llevar a cabo pequeños proyectos paralelos donde se trabaja expresamente algo de esos textos. De este modo, conseguimos que las dos instrumentales básicas, lenguaje escrito  y conocimiento matemático, estén aseguradas en todos sus ámbitos.

Así por ejemplo, en el rincón de las matemáticas tenemos muchos juegos, que ya os he  mostrado en alguna otra ocasión, como el juego de las huchas. Se trata de un juego para trabajar la lógica. Es un juego muy sencillo pero de gran aceptación entre el alumnado. Se trata de 10 huchas (realizadas con vasos de  plásticos a los que les hemos hecho una ranura) y un monedero lleno de moneda (mayor cantidad que vasos). El alumno/a debe de meter una moneda en cada una de las huchas, sólo una. Después ellos mismos pueden verificar si lo han conseguido. Las variables didácticas nos permiten graduar la dificultad del juego, aumentando o disminuyendo el número de huchas o el número de monedas que hay que meter en cada una de ellas. La disposición de las huchas en la mesa también es importante, si están en línea o si están dispersas de manera irregular, si el alumno/a las puede mover o no,...  Os aseguro que mi alumnado disfruta y aprende jugando.