Como en cualquiera de nuestros proyectos de trabajo, a medida que vamos aprendiendo contenidos interesantes los vamos plasmando por escrito. De este modo, los libros temáticos son un producto final "estrella" en la etapa de infantil. Gracias a él conseguimos dos objetivos fundamentales:
- recoger lo aprendido para que no se nos olvide. De este modo podemos leerlo siempre que lo necesitemos, además de compartirlo con los demás cuando nos llevemos el libro a nuestra casa.
- avanzar en nuestro proceso lectoescritor, algo verdaderamente importante. Porque nosotros escribimos con una finalidad real siempre.
Os pondré un ejemplo, puesto que la secuencia didáctica siempre es la misma.
En primer lugar hacemos un repaso entre todos de las tareas que tenemos pendientes de hacer. Esto lo hacemos en la asamblea. Como anotamos las decisiones importantes que tomamos, las releemos diariamente para ver qué hemos terminado y que nos queda por hacer. En el ejemplo concreto, tras dicha conversación concluímos que ya habíamos aprendido como enterraban a las personas en la prehistoria. Era una de las cosas que necesitábamos aprender sobre el tema y gracias a varios libros descubrimos cómo lo hacían. Incluso habíamos intentado construir monumentos megalíticos con los ladrillos, pues servían para enterramientos en la etapa del neolítico.
El siguiente paso es decidir si lo escribimos en nuestro libro individual sobre la prehistoria o no (esta decisión conjunta se la pido 5 años, en 3 años la decisión la tomo yo y en 4 años alterno). En este caso decidimos escribir el nombre de los monumentos megalíticos porque son difíciles y se nos pueden olvidar. Entonces yo preparo el soporte para hacerlo, con las imágenes necesarias. La realización de este trabajo no la hacemos todos a la vez. Como ya tenemos muchísima autonomía, decido llevarla al rincón de la biblioteca. Allí, son ellos sólos los que escriben, buscando ayuda en los libros si es necesario y no recuerdan los nombres. De este modo, consigo dos cosas: por un lado que escriban, y por otro lado que lean, además de hacerles conscientes del valor informativo que tienen los libros de consulta (textos expositivos), pues nos transmiten muchos conocimientos. Los resultados son sorprendentes, porque además se ayudan unos a otros favoreciendo la colaboración.
¡Qué bien trabajan! Muy buena semana.
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